¿Por qué escribir?
- mentestudiosa
- 21 mar 2014
- 2 Min. de lectura
Para dejar constancia del conocimiento, para permitir que otros lo compartan, para devolver parte de lo que recibes. Por imitar a otros muchos que comunican, contribuyendo a difundir aspectos que he recogido de otros, y que considero interesantes. La globalización de las ideas; esa sí es una buena globalización.
Para tener ordenada la información que vengo recogiendo, y comprender la diversidad que se revela quizás para motivarme a sacar ideas de lo que leo, veo, vivo. Por inquietud y motivación de saber. Como una buena manera de tener ocupado el cerebro en actividades diversas, que ayudan a entender mejor. Para conocerme mejor.
En mi caso concreto porque me gusta. Hay también una necesidad de explicarme, de exponer mis reflexiones para que sean comentadas, de analizarme, de someter a crítica mis pensamientos. Al principio “cuesta”, a mí sí me costó. Con modestia, puede que con errores, pero con voluntad de cautivar la imaginación.
Si eres creador de alguna cosa, y deseas/necesitas que sea conocida es, eso considero, porque sinceramente piensas que es buena (al menos, aceptable) para los demás, porque quieres compartirla. Es, en definitiva, cuestión de ilusión, creo. El equilibrio está en no convertirse en un estúpido engreído, sino en seguir siendo casi como antes, es decir sólo proyecto de aprendiz.
Yo escribo por una mezcla de varias de estas razones expuestas. Y ¡¿por qué no?! porque me resulta agradable, intenso a veces.
Desde hace años he adquirido la costumbre, de las lecturas que realizo e informaciones que consigo, hacer mías algunas ideas que comparto. Considero que no he de renunciar a exponerlas, aclarando honradamente cuándo no son propias; porque se han de compartir, ese es mi propósito principal con las mías. Y anotar las ideas que se me ocurren; tiempo habrá después, reflexionando, de descartarlas o no.
Porque cada descubrimiento me ha enseñado que la realidad supera con mucho la imaginación y las conjeturas humanas, sustituyéndola por ideas más productivas, realidades más grandes. Y cuanto más aprendo me doy cuenta de lo mucho que me queda por aprender, ya que hay mucho más; lo que me ayuda a comprender mejor las cosas. Pues conocer y pensar no es llegar a la verdad absolutamente cierta, sino que es dialogar con la incertidumbre.
Siempre he tenido la afición de escribir, independientemente de que se lea y/o entienda. Ya que la riqueza interior no expresada vale poco, apenas nada. Lo que no se consigue decir, escribir, vivir se pierde. El paso de la edad “no perdona”, la memoria se vuelve más frágil, y lo que no se escribe termina olvidándose.
Necesitas desahogarte, transmitir y hacer partícipes a otros de tus “descubrimientos” para que compartan contigo comunicación al respecto, porque es un tema que te interesa y, humildemente, precisas de otros puntos de vista y/o fuentes de conocimiento para aprender más sobre el asunto.
Y así promover un debate, un intercambio, una profundización en la materia; en definitiva, un avance. Explicando que hay ciertos asuntos graves, importantes que, a tu juicio, requieren mayor atención. Con la difusión en el ámbito que corresponda y la promoción de medidas necesarias para el cambio.
Merece la pena dar un paso adelante.
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