top of page

¡¡¡ LA CULPA ES DE ÉL !!!

  • Foto del escritor: mentestudiosa
    mentestudiosa
  • 1 jun 2020
  • 2 Min. de lectura


… del Gobierno, del Presidente, de las Instituciones… de todos, menos de mí.


Son lemas muy recurridos, por algunos, últimamente.


Hablamos que queremos libertad para decidir y, a la par, exigimos que sean otros quienes impongan las normas a seguir; unas directrices con las que estaremos en desacuerdo. Da la impresión que preferimos que sean los demás quienes nos manden y vigilen, antes que autogestionarnos ¿Por qué?, ¿para eludir responsabilidades en cualquier resultado?


Mientras, desoímos información relevante, contrastada, seguimos haciendo lo que nos apetece sin apenas reflexionar; aunque resulte un error/temeridad/riesgo. Nos hartamos de decir que “el otro” miente al comunicar, acusándole de no informarnos… de lo mismo que podríamos tener conocimiento por nuestros medios.


No cesamos de chillar, de escandalizar, por lo que está ocurriendo. Como si uno mismo, con su dejadez, apatía, falta de pensamiento no hubiese contribuido, en cierta medida, a esta situación.


Ni nos queremos dar cuenta que nosotros, también, podemos errar. Acudiendo a eventos deportivos internacionales en países, entonces, muy afectados por el problema. No prestando atención a nuestra salud, ni a la de nuestro entorno cercano. Concentrándonos cuando el sentido común nos lo desaconsejaba. Desoyendo irracionalmente medidas básicas de prevención.


Y si algo sale mal….siempre querremos echar la culpa a los demás, por no haber tomado las medidas que consideramos, a posteriori, adecuadas. Ya que entendemos que las que se establecen sólo limitan nuestra libertad habitual. Todo nos parece mal, salvo nuestro enfado.


Imposible cambiar el pasado, aunque nos gustaría, pero sí aprender de él. No se trata de de buscar culpables. Preferible sería aprender a ser algo más conscientes de nuestra participación en la sociedad. No ir tan acelerados, pensar algo más antes de actuar, no dar las cosas por sabidas. Y, de esta manera, contribuir a la solución.


No tenemos confianza, parece, en nadie (ni en uno mismo para autoinformarnos y autoprotegernos), ni en nuestras ideas, algunas surgidas de la ignorancia en temas que afectan a varios aspectos generales y del egoísmo privado. No es de extrañar que mostremos conductas y opiniones erráticas, incoherentes.


Esa desconfianza nos hace ver todo con un recelo continuo, no nos permite un “mejor ajuste psicológico” a lo que acontece. Nos hace más infelices y frustrados. Pues son las personas percibidas como confiadas a las que se quiere más como amistades, se las escucha más y, en consecuencia, son más influyentes.


Cuando el paso del tiempo muestre qué se pudo hacer, mejor, de otra manera, analicémonos, también, si estuvimos desacertados, faltos de atención en momentos anteriores.

No para autocastigarnos, sino para asumir que podemos hacerlo mejor.

Opmerkingen


Posts destacados
Posts recientes
Buscar por Tags
Sigueme
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
Sigueme
  • Blogger Classic
  • Google Classic
  • YouTube Classic

© 2013 Juan A. González

Desarrollado por: D¡ME

bottom of page