8º aniversario del accidente en la estación de “Puerta del Ángel” del Metro de Madrid
- mentestudiosa
- 11 abr 2014
- 3 Min. de lectura
Hola Marga, familiares de Juanjo, amigos y amigas. Una vez más estamos en Puerta del Ángel un 10 de abril, en el 8º aniversario del fatídico accidente de trabajo que costó la vida de dos compañeros: Juan José Cañedo y Miguel Ángel Muñoz. Ya, también, sin la presencia de nuestro amigo Antón. En este día de memoria y recuerdo.
¿Qué ha ocurrido este último año?
Que se ha procedido a una gran expansión de lo sucedido. El Libro “Morir Trabajando” se ha puesto a disposición gratuita en varias páginas webs y foros, divulgándolo profusamente. Se ha conseguido una enorme difusión (miles de descargas), dando la oportunidad para que, sin excusas, todos pudieran conocer lo que ocurrió esa desgraciada madrugada.
En mayo estuvo aquí la Presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro de Valencia y un equipo de la productora Barret. Un siniestro que ocurrió el 3 de junio de 2006; fallecieron 43 personas (dos de ellas trabajadores) y hubo 47 heridos. Conversamos sobre los dos terribles acontecimientos, les trasladamos nuestro afecto, y facilitamos toda la documentación e información, así como nuestra mejor disposición para ayudarles. Estamos pendientes que nos suministren copia de la entrevista, para darla a conocer ampliamente. Y desde aquí nuestro firme apoyo a su lucha llena de obstáculos por esclarecer la verdad, porque se asuman responsabilidades, porque consigan esa paz que buscan.
También han entrado en vigor, el 3 de febrero, las Nuevas Normas de Seguridad en relación a la circulación. Y aunque aún tienen carencias y defectos, incluyen algunas de las medidas que reivindicamos desde 2006:
Se establecen más controles para que un tren pueda entrar en el Área de Seguridad (y/o de Trabajo). No se llega, como sería conveniente, a establecer un sistema de alarmas (que avisen al Puesto de Control) de la incursión (rebasando señales cerradas) de un tren en estas áreas como se acordó el 29 de mayo de 2006.
Son más precisas las particularidades del Área de Seguridad y del Área de Trabajo.
Además, se establece que a los vehículos auxiliares clásicos, al estacionarse en pendiente, se les aplicará también la Contramarcha; sin duda decisivo. Pero aún no se establece que los vehículos portarán calzos para inmovilizar las ruedas.
Se puede decir que ahora los trabajos en la plataforma de vía se pueden desarrollar con mayor seguridad. Han hecho falta años, denuncias y, sobre todo, mucho dolor. Nadie puede negar que la memoria de Juanjo esté tras estos cambios.
Hemos propuesto a Metro de Madrid que incluya en su web “Andén Central” el libro “Morir Trabajando”. Pues entendemos que es un relato histórico que ayuda a completar la Historia del Metro de Madrid; y sería una buena forma de homenajear a los trabajadores y sus familiares.
Para que se pudiera descargar gratuitamente, sin protagonismos de ningún tipo. Han contestado favorablemente a una futura información al respecto; será, creo, momento de ir cerrando heridas.
Nuestros compromisos
Seguir peleando para que se mejoren aún más las medidas de seguridad; las recientes denuncias, ante la Inspección de Trabajo contra aspectos de estas nuevas Normas, son un ejemplo de ello. Porque en un accidente lo único que no se puede prever es cuándo sucede, pero sí se pueden prever y mitigar sus consecuencias con la adecuada gestión de riesgos; y habría de bastar la duda razonable de la presencia de un peligro para reaccionar.
Y recordaremos esta Historia siempre que sea posible, pues en nosotros constantemente estará presente este episodio. Continuaremos exponiendo la verdad de lo que pasó.
No la disfrazaremos ni engañaremos como hace la autodenominada escritora/investigadora/autora de “Metro de Madrid 1919-2009 Noventa años de historia”. Libro voluminoso, editado por Metro de Madrid con un derroche de medios, que en las únicas diez pequeñas líneas que dedica a este suceso comete dos errores, pues dice que: el vagón (ni siquiera lo llama tren) estaba en Argüelles (y era en Moncloa), y que eran cuatro los trabajadores en la dresina (y eran sólo tres). Que vergonzosamente oculta sucesos de trabajadores de Metro fallecidos (como Justo de la Villa, en noviembre de 2004 al precipitarse a un pozo de ventilación en Sol); pero que se recrea morbosa e imprudentemente en casos de viajeros suicidas.
A los trabajadores insistir en que hemos de: estar atentos, concentrados cuando de nosotros dependen otros, aprender del pasado para no repetir sus errores.
A vosotros, a la familia, deciros que aunque ya no recordemos bien algún detalle, en nuestra mente está imperecedero el carácter afable de Juanjo, su camaradería y su simpatía. Lo misma que vemos reflejado en vosotros.
¡Ánimo y adelante!
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