Creamos más en nosotros mismos
- mentestudiosa
- 29 nov 2014
- 2 Min. de lectura
Para lograr nuestros sueños, para superar los obstáculos, es importante creer en uno mismo. La confianza en uno mismo es convicción y certeza, de que todo aquello que uno se proponga lo va a alcanzar.
Seguridad en uno mismo es lo que hace que una persona se determine a dejar el anonimato para descubrir quién es. Ya que las consecuencias de la inseguridad interior son el bloqueo del potencial y del aprendizaje, y el impedimento para la toma de decisiones.
Hemos de valorarnos, aceptarnos, no ser narcisistas, sino conscientes de aquellas caricias que nos merecemos recibir. Si no aprendes a aceptarte a ti mismo, vivirás copiando la vida de otros para terminar viviendo una mentira. Y sentir menosprecio por uno mismo, hace que te aísles, dado que estás pensando en el otro.
Pero ocurre que cuando tratamos de alcanzar la felicidad, en ocasiones, nosotros mismos nos autoboicoteamos. Para lograr “éxito” hay que animarse a salir de lo ya conocido, para alcanzar lo que no se tiene. Aunque para algunos libertad significa desprotección (sentirse abandonados), y por eso precisan reglas firmes.
Muchos de nuestros sueños parecen imposibles, y cuando esforzamos nuestra voluntad, se convierten en inevitables. Unas sugerencias prácticas: aprende a decir no, a cultivar la mente con cosas positivas, evita la autocrítica excesiva y la autodescalificación, no te hagas responsable por todo lo que sucede, e identifica y decide evitar cosas y/o personas que te hacen mal.
Precisamos fortalecer nuestra confianza de modo práctico, atendiendo lo valioso, lo importante, autoafirmándonos permanentemente, aprovechando todas las oportunidades para crecer. Hay que aprender a priorizar, a no rivalizar, a admirar en vez de envidiar.
Tenemos que orientarnos a alcanzar unos objetivos: aprender a hablar en positivo, con un pensamiento orientado al cambio, no ser rígido/cerrado, tener buenas relaciones con la mayor cantidad de gente posible, y vivir con pasión. Pues te da un impulso extra, te ayuda a recuperarte más rápido.
Sin duda, la felicidad no está en el sacrificio presente para un hipotético buen futuro. Depende de ti en gran parte (el otro 50% depende de la genética); por ello, elabora tu propio proyecto de vida, identifica qué es bueno para ti y qué no, sin olvidar reconocer el valor por lo que eres y no por lo que tienes.
Comments