Fortalezas

Fortaleza es la fuerza física o moral de una persona para afrontar situaciones difíciles. Es la virtud, el vigor que confiere valor para soportar la adversidad, para resistir las pasiones y para acometer los peligros que rodean la práctica de la virtud.

Las fortalezas y virtudes actúan a modo de barrera contra la desgracia y en los trastornos psicológicos, y pueden ser la clave para aumentar la capacidad de recuperación.

La auténtica felicidad puede cultivarse identificando y utilizando muchas de las fortalezas y rasgos que ya poseemos, nuestros aspectos más positivos y desarrollados.

La felicidad en el presente abarca dos aspectos:

• Placeres. Sensaciones “crudas”, claro componente sensorial y emocional, efímeros, implican poco pensamiento.

• Gratificaciones. Actividades que nos gusta realizar, no necesariamente acompañadas de sensaciones “crudas”. Nos involucran, perdemos la conciencia propia. Duran más que los placeres, implican más pensamiento. Nuestras fortalezas y virtudes las refuerzan.

Las gratificaciones exigen habilidad y esfuerzo, puesto que plantean desafíos, implican la posibilidad de fracaso. La gratificación (disfrute) disipa el ensimismamiento, y cuantas más veces experimentamos la fluidez que genera la gratificación, menos deprimidos estaremos. La obtención de gratificaciones resulta más difícil que conseguir emociones positivas.

Por ejemplo, el ejercicio de la bondad es una gratificación, no un placer; apela a las fortalezas propias y exige dar la talla para asumir un reto. Existe convergencia entre virtud y fortaleza.

La demostración de una fortaleza no menoscaba a las personas del entorno, se sienten inspiradas, puede envidiarse pero no sentir celos. Provoca emociones positivas auténticas en quien realiza la acción. Suele realizarse (como la virtud) en situaciones de victoria-victoria.

Las capacidades son relativamente automáticas, las fortalezas implican la voluntad. Paso, a continuación, a exponer una clasificación de las consideradas Fortalezas Personales:

A. Sabiduría y conocimiento. Vías para poner en evidencia la sabiduría y su antecedente necesario, el conocimiento.

• A.1. Curiosidad en interés por el mundo.

• A.2. Amor por el conocimiento.

• A.3. Juicio/pensamiento crítico/mentalidad abierta.

• A.4. Ingenio/originalidad/inteligencia.

• A.5. Inteligencia social/inteligencia personal/inteligencia emocional.

• A.6. Perspectiva. Tener una visión del mundo que tiene sentido para uno y los demás.

B. Valor.

• B.1. Valor y valentía. El valor moral es adoptar posturas que uno sabe que no serán bien acogidas y que, probablemente, provoquen efectos adversos. El valor psicológico incluye la postura estoica para enfrentarse a experiencias duras y a una enfermedad grave sin perder la dignidad.

• B.2. Perseverancia/laboriosidad/diligencia. Es persona flexible y realista.

• B.3. Integridad/autenticidad/honestidad. No sólo dice la verdad, sino que vive de forma genuina y auténtica, no es pretencioso; se presenta ante los demás, y ante uno mismo, de forma sincera.

C. Humanidad y amor.

• C.1. Bondad y generosidad. Empatía y compasión son elementos útiles de esta fortaleza.

• C.2. Amar y dejarse amar. Valora las relaciones íntimas y profundas con los demás.

D. Justicia.

• D.1. Civismo, deber, trabajo en equipo, lealtad.

• D.2. Imparcialidad y equidad.

• D.3. Liderazgo.

E. Templanza. Expresión apropiada y moderada de los apetitos y necesidades. No reprime sus aspiraciones, pero espera la oportunidad de satisfacerlas de manera que no perjudique a nadie.

• E.1. Autocontrol.

• E.2. Prudencia, discreción, cautela.

• E.3. Humildad y modestia.

F. Trascendencia. Fortalezas que van más allá de la persona, y conectan con algo más elevado: el futuro, la evolución, el universo, etc.

• F.1. Disfrute de la belleza y la excelencia.

• F.2. Gratitud. Consciente de las cosas buenas que suceden y nunca las da por supuestas.

• F.3. Esperanza, optimismo, previsión.

• F.4. Espiritualidad, propósito, fe, religiosidad.

• F.5. Perdón y clemencia.

• F.6. Picardía y sentido del humor.

• F.7. Brío, pasión, entusiasmo.

En tiempos difíciles comprender y desarrollar virtudes

como el valor, la objetividad, la integridad, la equidad, la lealtad,

puede resultar más urgente que en épocas prósperas.