¿Qué es “eso” que llaman ÉTICA?

La ética es una investigación racional, orientada a obtener una serie de deducciones y conclusiones, unificada y sistematizada. Tiene una estrecha relación con la psicología y la teoría general de la acción humana. Los objetivos principales de la ética son:

• Encontrar cual es realmente nuestro código moral no escrito, los juicios morales tradicionales, espontáneos o de sentido común.

• Preguntar hasta que punto estos juicios forman un todo consistente. Donde sean inconscientes buscar algún principio que los armonice para decidir entre ellos.

Un “sistema” de ética significaría un código o conjunto de principios, que forman un todo consistente, coherente e integrado. Pero, para llegar a esa coherencia, debemos buscar el criterio último, por el cual todas las acciones o reglas de acción deben ser probadas.

Hay dos métodos principales para formular una teoría de la ética:

• El inductivo o a posteriori. Examinar nuestros juicios morales sobre varios actos, y tratar de encontrar en qué principio (si es que lo hay) se basan.

• El deductivo o a priori. Haciendo caso omiso a los juicios morales existentes, preguntarnos si un código formal serviría a algún propósito y, de ser así, a cual. Después ver desde qué principios, criterios o códigos se lograría convertir en realidad. Trataríamos de inventar un sistema moral, y luego probaríamos los juicios morales existentes con el criterio al que hemos llegado deductivamente.

La ética no es una ciencia de descripciones, sino de prescripciones. No de lo que es, sino de lo que debería ser. Consiste en las reglas que todos tratamos de imponerle a cada uno. No es sólo un estudio sobre cómo valoran las personas las acciones, los medios, los fines; sino cómo deberían valorarlos.

Las personas han descubierto que promueven mejor sus propios intereses, pensando en el largo plazo, no sólo absteniéndose de dañar a sus semejantes, sino, sobre todo, cooperando con ellos. Por ello, el objetivo de la ética consiste en maximizar la felicidad de la comunidad como un todo.

La doctrina moderna de la ética no se expresa en términos de placeres y dolores, sino de deseos y de satisfacciones; para evitar controversias.

Pero el problema ético, como se presenta en la práctica de la vida diaria, es qué curso de acción deberíamos tomar: precisamente, qué “fin”, entre otros “fines” contrarios deberíamos perseguir.

Así que el gran problema de la ética es que cada uno tiene su propio conjunto de deseos, de valoraciones particulares, de fines intermedios; por lo que no existe unanimidad en los juicios de valor.

El propósito de la ética es ayudarnos a probar o definir las reglas morales.