¿Voluntad?.. no le pongamos nombre

Es bueno que te guste lo que haces, al menos que no te disguste; para que sientas que tu vida tiene sentido.

Pues dejar pasar tu tiempo sin aprovecharlo no resulta útil. Un tiempo que es limitado, no se nos ha de olvidar, aunque cuando somos jóvenes parece que nunca acabará. Y una de las peores cosas que nos pueden afectar, cuando avanzamos en edad, es percibir que no hemos sabido disfrutar lo que tuvimos a nuestro alcance, que nuestra existencia está vacía.

Y si no crees tener ahora la oportunidad de dedicarte a aquello que te satisface, en tanto que lo encuentras, date unos instantes para pensar qué podrías añadir de tu persona a este tu momento; y así, asumir la responsabilidad de encontrar fórmulas para afrontar la realidad.

No se trata sólo de sobrevivir, algo que ya de por sí cuesta, sino de vivir, de saborear nuestra estancia.

Es posible que el panorama al que tengamos que enfrentarnos no sea aceptable, incluso puede que resulte detestable. Aún así, es necesario buscar algo que nos impida rendirnos, que nos ayude a levantar el ánimo y a tomar las riendas de nuestro futuro.

Ese objetivo perseguido, ese fin a alcanzar, ese sueño que realizar. Seguro que lo encontramos, ya que cada cual tenemos, como mínimo, uno. ¡Encontremos nuestro por qué!, y cambiemos, si es preciso, el rumbo de nuestras acciones.

El sentido del humor es un apoyo para afrontar los retos; reírse de uno mismo permite desdramatizar esas dificultades. También, relativizar, comparar con otros hechos, tan o más importantes (o trascendentes), nos permitirá tener una perspectiva más amplia, menos negativa y ver oportunidades en los desafíos.

Darnos cuenta de esas pequeñas cosas, maravillosas manifestaciones de la Naturaleza, nos proveerá de fuerzas para afrontar lo cotidiano.

Porque no nos basta con satisfacer nuestros impulsos, ni con adaptarnos a lo que nos rodea, queremos más: encontrar un significado concreto a la vida.