Nos equivocamos... y mucho

Existe el tabú ¡que no podemos equivocarnos! ¿Por qué no?

Nos equivocamos, mucho, y lo seguiremos haciendo. No por ello tenemos que pensar que tenemos un defecto.

Continuamente, en nuestras decisiones, en ocasiones, no acertamos. Puede, y es deseable, que no ocurra en las cuestiones trascendentales; pero, cotidianamente optamos por alternativas que no son las mejores.

Nos ocurre cuando afirmamos categóricamente, porque nos basemos en tópicos que orienten nuestras manifestaciones, o bien no contemplemos factores esenciales que influyen en lo expresado.

Lo hacemos al evaluar la veracidad de lo que nos dicen, con un porcentaje de error muy elevado, cercano a la mitad; aunque nos parezca increíble, porque no interpretemos bien los indicios (gestuales, verbales, corporales, etc.) de quien habla.

Y nos pasa cuando vemos, olemos, degustamos, oímos, tocamos... porque nuestros sentidos captan, por su deterioro (debido, por ejemplo, al envejecimiento) otra realidad.

Algunos errores obedecen a que no se tienen en cuenta las diferencias de conducta expresiva de las personas, a su idiosincrasia peculiar. Pero si nos centramos en los cambios conductuales no nos dejaremos engañar por las características idiosincrásicas de esa persona. Eso dicen...

Además están los cambios. Nuevos avances (en la información, en la ciencia, etc.) hace que cuestiones antes inamovibles, pasen a ser dudosas, incluso desmentidas. Como, por ejemplo, las ideas sobre la evolución de las especies de Darwin, que se han visto desbancadas, no sólo por las teorías postdarwinistas, sino por la llamada "Evolución por deriva natural" que contínúa afianzándose....una historia que contaré más adelante.

Pero podemos mejorar, al menos, un poco. ¿Cómo?: tratando de acumular experiencias, memorizándolas y comprendiéndolas; fijándonos más.

Sí, requiere más esfuerzo, pero merece la pena; pues de todo ello aprendemos. Ganarás, lo cual te hará evolucionar en tu conducta.

No acertamos al creer que tenemos miedo a la hora de enfrentarnos a una situación. Puede que posiblemente lo que nos suceda es que no nos sentimos capaces para afrontarla. Y esto nos orienta, de nuevo, hacia la solución del aprendizaje, para eliminar este personal mal autodiagnóstico de nuestra aptitud.

Sonríe auténticamente y no mientas mucho, ayudará.