Llevo días

Varias semanas, sin escribir un artículo.

Me surgen ideas, algunas incluso las anoto; pero no las desarrollo.

No es por falta de tiempo, lo he tenido. Ni por escasez de oportunidades. Habrán sido, creo, las numerosas actividades que me han ocupado; ésta ha sido la excusa.

La verdad: la pereza. Trataba de escribir y me distraía con los árboles, con la brisa, con la siesta…

Quizás es que he estado valorando más las cosas agradables que, por muy cotidianas que fueran, había olvidado un poco.

Quizás es que ya no abarco tantas cosas a la vez. Quizás es que me canso más con determinadas tareas. Quizás es que me quedo, a veces, ensimismado en lo que hago. Quizás…

Lo cierto es que cambias/ajustas/ordenas, yo lo hago, las prioridades secundarias según el momento, dependiendo de las circunstancias y de los compromisos, revisando las metas y las posibilidades reales para alcanzarlas. También estoy aprendiendo a ni estresarme por todo ello.

Si no lo hiciera me resultaría muy monótono el transcurrir de la vida.