Encontrarlo…
- mentestudiosa
- 31 jul 2016
- 2 Min. de lectura

El sentido a la vida, ese camino que nos orienta, que nos hace disfrutar. No, no es fácil. Requiere esfuerzo, reflexión, abstraerse del “ruido” de los medios.
Porque si nos dejamos llevar por lo que nuestros sentidos perciben machaconamente puede que nos equivoquemos. Y reconozcamos el error pasado el tiempo y, quizás, con dificultades para reconducirnos en la senda de la propia existencia.
Y si no se quiere uno esforzar en la búsqueda está, por ejemplo, un atajo: el azar; mejor dicho, la suerte. Y se nos ofrecen, sin cesar, muchas ideas para llamarla, que no para tenerla. Hay todo un surtido de loterías y juegos, que regalan resultados idílicos que satisfacerían todos nuestros deseos; o casi.
El dinero es, según esta receta, el ingrediente básico para que nuestra vida tenga un verdadero sentido: gastar y consumir, sin recato.
Esta es una de las fórmulas fundamentales que el Sistema dispone para que nos podamos sentir bien; no importa que se haga girar la vivencia en torno a cuestiones meramente materiales, efímeras.
Lo que los lobbies del dinero, supuestamente fácil, no dicen (pues su suculento negocio se resentiría ¿?) es que éxito en el azar apenas nos provocaría una temporal elevación de nuestro sentimiento personal de felicidad. A la cual seguiría una acrecentada angustia por las posesiones, por su mantenimiento, etc. En cambio nos dicen que “genera ilusión”, que “es la suerte de todos”; y lemas pegadizos similares.
En fin, que podríamos alcanzar un éxtasis (o varios, seamos generosos) pero volveríamos al nivel habitual de estado anímico. Y si ese fue, en algún momento, el sentido de nuestra vida se esfumaría dejándonos vacíos del pilar anímico de ese nuestro futuro.
Próximamente seguiré con este tema.
Comments