Ser “ignorante”
- mentestudiosa
- 19 mar 2017
- 1 Min. de lectura

A veces lees algo, escuchas unas ideas y se te revelan aspectos nuevos, muy novedosos, que te hacen tener una visión diferente de las cosas, entender el por qué de otras.
A mí me pasa, con cierta frecuencia. Aunque resulta “cansado” tener que reflexionar sobre aspectos que ya creías establecidos, es, a la par, un ejercicio de humildad replantearnos algunos.
Reconoces tu ignorancia, la admites sin rubor porque sabes, con seguridad, que podrás aprender más; y te das cuenta que siempre serás un “ignorante”. Lo cual creo que es bueno.
Puede que pienses que estás deshaciendo el trayecto realizado, lo que te da la sensación de un tiempo y esfuerzo perdido. O puede que tengas la satisfacción de que has encontrado otro camino y, posiblemente, mejor.
Nos acostumbramos, y alienamos, a percibir bajo el prisma de una cultura, de una filosofía, etc.; y ello nos conduce al egocentrismo.
Pero al razonar, conscientemente, que eres un ignorante, queda aun más evidente que tienes mucho por comprender, sin despreciar fuente alguna.
Circunscribirse a una manera, a un medio, a un ambiente, etc., es autolimitarse, poniéndonos barreras a nosotros mismos que nos dificultan, incluso imposibilitan, captar mejor la realidad. En ocasiones, creo que siempre, produce alegría descubrir y tener conciencia de ello.
Y, de esta manera, tendremos una visión más amplia, más completa,
que nos facilite entender que hemos de seguir avanzando
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