Sostenerla y no enmendarla
- mentestudiosa
- 19 dic 2017
- 1 Min. de lectura

¿Por qué ocurre?
De primero consideramos que es por testarudez. En parte es verdad.
Pues nuestra mente, tras una/s experiencia/s, genera creencias, que son las que conforman nuestra visión de los hechos, hacen “nuestra realidad”. Y con este prisma, de manera casi automática, percibimos las cosas.
Estará, o no, distorsionada respecto a los hechos veraces, dependiendo de cómo se formaran las creencias. Si estaban influenciadas, o no, por emociones, sentimientos, etc.
Y ahora es cuando entra en escena el “yo”, el “superyo”, el “ego”, o como queramos denominarlo.
Si resulta que entendemos un agravio, para nuestra personalidad, aceptar que pueda existir otra verdad diferente a la subjetiva nuestra, sostendremos nuestra versión. Independientemente que desde el exterior, objetivamente, se perciba que estamos en un error. ¡Perdón!, para evitar herir al “yo” mejor decir “existe una disonancia importante entre ambas perspectivas”.
Por el contrario, si humildemente consideramos que puede que existan otras interpretaciones de lo sucedido…enmendaremos nuestra inicial opinión. Posibilitando una mejor adaptación a los acontecimientos.
En definitiva: experiencias, creencias y ego son los ingredientes básicos de la incomprensión.
Las experiencias no las podemos cambiar, pues han ocurrido. Pero, en nuestro poder está modificar la percepción de ellas; lo que conllevaría una alteración de las creencias. Y si adoptamos ese hábito cambiaremos la rigidez del ego.
Parece sencillo, pero “cuesta”
Comments